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"А Сей, как пребывающий вечно, имеет и священство непреходящее,
Посему и может всегда спасать приходящих чрез Него к Богу, будучи всегда жив, чтобы ходатайствовать за них. Таков и должен быть у нас Первосвященник: святой, непричастный злу, непорочный, отделенный от грешников и превознесенный выше небес, " (К Евреям 7:24-26)
"Трудящемуся земледельцу первому должно вкусить от плодов.
Разумей, что я говорю. Да даст тебе Господь разумение во всем. Помни Господа Иисуса Христа от семени Давидова, воскресшего из мертвых, по благовествованию моему, " (2-е Тимофею 2:6-8)
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Muchos dan gracias por la ayuda de Dios y por las curaciones que han recibido de Dios. Si lo desea, únase a nuestras oraciones dominicales y oraremos por sus necesidades (petición de oración), si eso no contradice la Voluntad de Dios. El ministerio de oraciones entregado por Dios a la Iglesia de Kovel, fundada en 1924 son las oraciones dominicales por todo el mundo.
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LA CURACIÓN DE DIOS DE OLGA DE ALEMANIA Nosotros vivimos en Alemania. Nuestra mamá Olga se enfermó gravemente. Tenía las extremidades entumecidas, tenía dolores en la parte occipital de la cabeza, las palpitaciones del corazón aceleradas, la temperatura se elevó a 39,2°C, el lado derecho de su cuerpo estaba paralizado. Sentía un dolor constante, su cuerpo no se podía tocar. Ella tenía el rostro contraído, especialmente la boca. Ella no podía hablar y no se movía por sí misma... EL TESTIMONIO DE NINA Esto ocurrió en julio de 1966. Un día de julio, fui al bosque para recoger arándanos. Cuando entré en la profundidad del bosque, oí hablar a alguien en voz alta, pero no se veía a nadie. Un poco más lejos, vi unas moras muy hermosas. Me las comí, y entonces me sentí muy mal, tan mal que se me entumeció el cuerpo entero. Yo me asusté mucho y me fui a casa. En casa conté todo, mi familia me aconsejó dirigirme a la feldsher. Después del examen, ella me dijo que yo estaba perfectamente sana. Al regresar a casa, me sentí aún peor. No podía dormir, algo no me dejaba respirar, me atormentaba tanto dentro de mí, que no sabía a dónde ir. Empecé a ir a ver acuranderos... EL TESTIMONIO DE NINA Esto ocurrió en julio de 1966. Un día de julio, fui al bosque para recoger arándanos. Cuando entré en la profundidad del bosque, oí hablar a alguien en voz alta, pero no se veía a nadie. Un poco más lejos, vi unas moras muy hermosas. Me las comí, y entonces me sentí muy mal, tan mal que se me entumeció el cuerpo entero. Yo me asusté mucho y me fui a casa. En casa conté todo, mi familia me aconsejó dirigirme a la feldsher. Después del examen, ella me dijo que yo estaba perfectamente sana. Al regresar a casa, me sentí aún peor. No podía dormir, algo no me dejaba respirar, me atormentaba tanto dentro de mí, que no sabía a dónde ir. Empecé a ir a ver acuranderos... |
