POR EL PODER DE DIOS, NUESTRO PADRE QUE ESTÁ EN LOS CIELOS, EN EL NOMBRE DE JESÚS CRISTO, HIJO DE DIOS, ME CURÓ AL INSTANTE DEL CÁNCER A GRAN DISTANCIA

25.05.2017 

En el año 2010, cuando tenía tan solo 20 años, tuve que ir al hospital para un reconocimiento médico que era obligatorio en mi trabajo. Ese día me empezó a doler el pecho derecho. El médico, sin embargo, me dijo que estaba totalmente sana. Pero dos años más tarde me encontré un pequeño bulto en la parte inferior del pecho derecho. No presté mucha atención, porque no entendía el peligro real de ese bulto. Pensaba que desaparecería por sí solo. El tiempo pasaba y el bulto se hacía cada vez más y más grande. Empecé a leer literatura médica y artículos en Internet sobre este tipo de bultos. Ahí decían que la mayoría de las enfermedades se manifiestan con dolores, sin embargo, en caso de tumor de cáncer, los dolores aparecían en la etapa final de la enfermedad. Por aquel entonces no me dolía nada y tenía apetito, pero con el tiempo el bulto comenzó a inflamarse y agrandarse. Aparecieron nuevos bultos en el pecho derecho, ya eran muchos. Tenía miedo de ir al médico, pero decidí contarles a mis padres lo que me pasaba. Mi madre, al ver mi desgracia, me abrazó y comenzó a llorar. Y yo, para no llorar, le dije lo que me decía a mí misma para tranquilizarme: "Mamá, todo es posible para Dios y seguro que puede curarme". Te acuerdas la grave enfermedad que sufría mi hermanita, y ahora no queda nada de esa enfermedad: ni una cicatriz donde antes había heridas; incluso ha recuperado el color de la piel. Gracias a Dios no queda ni una marca. (Dios curó a mi hermana el 30 de noviembre del 2015 de una desconocida enfermedad cutánea, con una sola oración del ministro de Dios Vasily Makarus).

Sentía como mi cuerpo rechazaba el pecho enfermo. Y todo esto venía acompañado de terribles dolores y náuseas, sobre todo, cuando hablaba, incluso en voz baja. Así que intentaba hablar lo mínimo posible. El tumor crecía, mientras que los bultos no solo aumentaban, sino que se multiplicaban por todo el cuerpo, desde el pecho derecho hasta la axila del brazo derecho. Me empezó a doler el pecho izquierdo. Los huesos del hombro y el antebrazo derecho también dolían. Adelgacé mucho, la comida me resultaba desagradable y no tenía ganas de comer. Mi cara adquirió un color terroso, y alrededor de la boca la piel se volvió negruzca. El médico confirmó mis sospechas, ahora ya era consciente de que tenía cáncer. Así que pedí hacer llegar mi petición al ministro de nuestra Iglesia de Kóvel, Vasily Makarus, para que rezara por mi curación; pues estaba muy enferma, tenía cáncer y no quería morir. El ministro me contestó diciendo que no podía venir a visitarme, pero que rezaría por mí a distancia el 21 de abril del 2017, a las 16 horas 20 minutos. En la hora indicada, antes de comenzar la oración por mi curación, el ministro Vasily Makarus me ordenó mentalmente lo siguiente: "¡POR EL PODER DE DIOS NUESTRO PADRE QUE ESTÁ EN LOS CIELOS, EN EL NOMBRE DE JESÚS CRISTO, HIJO DE DIOS, DESDE AHORA QUEDA SANA!" Y después por la boca del ministro de Dios, el Espíritu Santo empezó a glorificar a Dios por haber oído al ministro y por haber obrado el milagro de la sanación instantánea justo en la hora que me indicó el ministro. En cuanto me puse de rodillas, noté que los dolores cesaban en seguida, y como un agradable calor me envolvía en tan solo un segundo. Me empecé a sentir tan bien. Así, el Dios Todopoderoso, Padre Nuestro, en el nombre de Jesús Cristo, Hijo de Dios, obró un increíble milagro: me curó del cáncer al instante, sin una sola petición oracional, sino según la orden del Ministro de Dios, Vasily Makarus, que dijo mentalmente: "¡POR EL PODER DE DIOS NUESTRO PADRE, QUE ESTÁ EN LOS CIELOS, EN EL NOMBRE DE JESÚS CRISTO, HIJO DE DIOS, DESDE AHORA QUEDA SANA!" Me curé por el poder de DIOS NUESTRO PADRE de los cielos, que actuaba a través del ministro espiritual de modo que mi enfermedad mortal desapareció al instante, en cuanto él dijo mentalmente, aquellas poderosas palabras, estando a gran distancia de mí. Después, el ministro espiritual, lleno de Fuerza de Dios, cantó una canción espiritual en idioma (lengua) angelical, glorificando a Dios, Nuestro Padre, en el nombre del Hijo de Dios, Jesús Cristo. Así entendí por qué, en cuanto me puse de rodillas, y sin haber empezado a orar, en menos de un segundo, Dios había curado mi cáncer. Estoy muy feliz, Dios se apiadó de mí y me curó del cáncer al instante. Soy tan feliz que se manifestó a mi el Dios Vivo, Que actúa. Tan Misericordioso y tan bueno. ¡Imagínese: hace un segundo tenía cáncer de mama y unos dolores terribles, y ahora ya no me duele nada! Puedo andar sin dolor alguno, respirar; mientras que un segundo antes de la curación casi no podía hablar, respiraba con dificultad y los dolores y las náuseas cada vez eran más fuertes. Y ahora no siento nada de eso. Al llegar a casa saltaba de alegría, mientras que una hora antes no era capaz de recorrer a pie doscientos metros; me tenían que recoger en coche para llevarme a la reunión. No pude dormir hasta muy tarde, estaba inmersa en pensamientos felices y oraciones de agradecimiento. Estuve limpiando la casa toda la tarde, pues hasta este momento no era capaz de limpiar nada. Ya no sentía cansancio constante. Volví a tener ganas de comer, por eso ahora como muy a menudo (cojo fuerzas) durante el día y hasta bien entrada la tarde. Pasó mucho tiempo en la calle, haciendo recados y me sorprendo de mi milagrosa curación. 

¡Gloria por todo al Dios Padre Todopoderoso y al Hijo de Dios, Jesús Cristo, y al Espíritu Santo! Amén.

Yulia

3.06.2017

AGRADEZCO Al AMADO SEÑOR

Ya ha pasado el segundo mes desde aquel 21.04.2017 cuando, POR EL PODER DE DIOS, NUESTRO PADRE QUE ESTÁ EN LOS CIELOS, EN EL NOMBRE DE JESÚS CRISTO, HIJO DE DIOS, FUI CURADA AL INSTANTE DEL CÁNCER A GRAN DISTANCIA. Desde aquel entonces, gracias a Dios Todopoderoso, vivo totalmente sana. Estoy recuperando peso, Mis huesos, que sobresalían y se veían a través de la ropa, ya no se ven, en mi cara, alrededor de la boca la piel se volvió normal y el rubor ha vuelto a mis mejillas. Cuando voy a trabajar al campo, antes y después de comer, trabajo con gran facilidad, como si trabajase por dos. Toco mi pecho y es blando, los bultos que tenía han desparecido. Solo hace un poco más de un mes, cuando supe que tenía cáncer, lloraba desconsoladamente, al ver qué destino me esperaba, y me concienciaba con mi inevitable final. Y ahora, escribo estas líneas y no tengo palabras para expresar mi agradecimiento a Dios Vivo, por Su misericordia. Vivo de nuevo y glorifico al Señor por la vida que me ha regalado, aquella que se apagaba. Ahora lloro de felicidad, aquella que el Señor amado me ha regalado.

¡Gloria a Él por todo lo que ha hecho! Amén.

AGRADECIMIENTO DE MI MADRE PORQUE DIOS HAYA CURADO MI CÁNCER

Agradezco al Dios Altísimo por haber curado a mi hijita Yulia del cáncer, el día 21.04.2017. Me dejó disfrutar más de ella y alegrarme por su vida. Gracias por curar mi corazón de madre. ¡Alabado sea Él! Un gran e inmenso ¡¡¡GRACIAS!!! por Su gracia hacia nosotros, los pecadores.

Yulia y mi madre Natalia

10.06.2017

POR EL PODER DE DIOS, NUESTRO PADRE, QUE ESTÁ EN LOS CIELOS, EN EL NOMBRE DE JESÚS CRISTO, HIJO DE DIOS, QUE VIVÍA EN NAZARET, YO, YULIA, ESTOY SANA DE MI CÁNCER DE MAMA

Desde el 21 de abril del 2017 ya han terminado dos meses. Esto está escrito en mi testimonio sobre la curación del cáncer.

Nunca olvidaré todo esto. Mis conocidos se sorprenden al verme e intentan averiguar la causa de mi curación. A mí me sorprende que, desde el momento de mi curación, mi ropa ancha se haya quedado estrecha muy rápido. Sin embargo, antes de la curación no quería ni pesarme, ya que había perdido mucho peso. También me sorprende que cuando estaba enferma, si las ventanas estaban cerradas, me ahogaba; parecía que mi respiración iba a cesar de un momento a otro. Por eso, en cualquier helada, la ventana de mi habitación debía permanecer abierta. Y ahora, en cambio, respiro con facilidad y voy en bicicleta a todas partes. Hace unos días vino de visita la hermana de mi abuela y sus dos hijas. Al verme, empezaron a preguntarme cómo me había recuperado, cómo había cogido peso y por qué tenía tan buen aspecto. Les conté cómo Dios curó milagrosamente mi cáncer y me dio la oportunidad de vivir de nuevo. ¡Qué bien que Dios me haya regalado la fe y que pueda vivir una vida nueva! Quizás nunca me habría encontrado con esta maravillosa realidad de Dios. Como si al dejar este siglo hubiese perdido algo; sin embargo, ahora me doy cuenta que es todo lo contrario: ¡he ganado! He ganado lo que se ve ahora: ¡vida! Espero, por gracia de Dios, que heredaré también la Vida Eterna, como está escrito en el Evangelio de Mateo, verso 29, capítulo 19: "Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por Mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna". Amén.

Yulia

Ucrania

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