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"Жрец же идола Зевса, находившегося перед их городом, приведя к воротам волов и принеся венки, хотел вместе с народом совершить жертвоприношение.
Но Апостолы Варнава и Павел, услышав о сем, разодрали свои одежды и, бросившись в народ, громогласно говорили:
Мужи! что вы это делаете? И мы - подобные вам человеки, и благовествуем вам, чтобы вы обратились от сих ложных к Богу Живому, Который сотворил небо и землю, и море, и все, что в них, "
(Деяния 14:13-15)
"Я погряз в глубоком болоте, и не на чем стать; вошел во глубину вод, и быстрое течение их увлекает меня.
Я изнемог от вопля, засохла гортань моя, истомились глаза мои от ожидания Бога [моего].
Ненавидящих меня без вины больше, нежели волос на голове моей; враги мои, преследующие меня несправедливо, усилились; чего я не отнимал, то должен отдать. "
(Псалтирь 68:3-5)
Muchos dan gracias por la ayuda de Dios y por las curaciones que han recibido de Dios. Si lo desea, únase a nuestras oraciones dominicales y oraremos por sus necesidades (petición de oración), si eso no contradice la Voluntad de Dios. El ministerio de oraciones entregado por Dios a la Iglesia de Kovel, fundada en 1924 son las oraciones dominicales por todo el mundo.

DIOS ME SALVÓ DE LA MUERTE

Serguey

Mi nombre es Serguey. Tengo 17 años de edad. Yo doy testimonio del milagro que Dios hizo para mí: Él me salvó de la muerte. Y fue así como sucedió.

Me sentí mal, la cabeza me daba vueltas, sentía náuseas, comencé a vomitar sangre. Llamamos a la “ambulancia”. Me ingresaron en la unidad de cuidados intensivos con el diagnóstico de «hemorragia aguda del esófago». Tengo una enfermedad hereditaria de la sangre: la enfermedad de von Willebrand (EvW)

La enfermedad de von Willebrand es un trastorno hereditario que consiste en sangrado prolongado o excesivo. La causa de la enfermedad de von Willebrand es un defecto hereditario en el gen que controla el factor de von Willebrand, una proteína que desempeña un papel clave en el proceso de coagulación de la sangre. Usualmente se hereda como rasgo autosómico dominante aunque en algunos casos es autosómico recesivo. Los síntomas varían dependiendo de la severidad y tipo de la enfermedad pero pueden incluir tiempo de sangramiento prolongado, deficiencia del factor VIII, y afectación en la adhesión de las plaquetas.

Todo lo que hicieron los médicos (inyecciones, infusiones de plasma, la transfusión de sangre), no me sirvieron de nada. La hemorragia no se detuvo. En el cuarto día, mi estado empeoró, comenzó a caer la presión, la hemoglobina disminuyó hasta 4.1 g/dl. Los médicos del hospital de la ciudad dijeron que no podían hacer nada, así que llamaron a un equipo especial de médicos del centro regional. Los médicos regionales, tras examinarme, dijeron que el estado es grave, la hemorragia no se detiene, así que no podían operarme. Ellos confirmaron el diagnóstico anterior de:

Enfermedad de von Willebrand – angiohemofilia;

Hemorragia esofágica aguda;

Anemia posthemorrágica grave.

Los padres dieron su consentimiento para mi traslado al hospital regional. Me llevaron con la sirena encendida en una ambulancia de urgencia equipada especialmente. En la unidad de cuidados intensivos del departamento de hematología del hospital regional, a pesar del tratamiento, la hemorragia no se detuvo. El médico le dijo a mis padres que no se ausentaran, porque en cualquier momento podía morir. Yo comprendía que con la sangre salía mi vida, por eso yo y mis padres nos dirigimos al ministro de la Iglesia de Kovel pidiendo que la iglesia orara por mí. Mi corazón estaba dispuesto a ser creyente, y oré y le pedí a Dios que tenga misericordia de mí. El domingo nosotros también ayunamos y oramos por mi curación, uniéndonos a las oraciones de la Iglesia de Kovel. Ese mismo domingo, cuando la Iglesia de Kovel oraba por mí, sentí alivio y agrado en el corazón. La hemorragia se había detenido. Me sentí bien. La hemoglobina había subido a 7.1 g/dl, empecé a comer (antes de esto durante tres días no había comido ni bebido), comencé a caminar.

¡Gloria a Dios por Su misericordia hacia mí, Él me salvó de una muerte evidente! Amén.

Serguey

Kovel, Ucrania

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DIOS CURÓ EL CÁNCER Y LA HEMORRAGIA

En otoño de 2006 fui visitar a Nina, una conocida mía muy enferma, que se había quedado postrada en la cama. Llena de desesperación, Nina me contó que tenía una hemorragia. También contó que había estado en tratamiento con los médicos locales y en el centro regional, pero su estado de salud tan sólo había empeorado. En aquel momento ella ya tomaba preparados hormonales. Hace tres meses ya no iba a la empresa donde trabajaba. Para no perder el trabajo, ella ya había pedido todos los días libres y vacaciones posibles y estaba pensando en renunciar a su trabajo: No sabía cómo seguir viviendo ni qué hacer, no veía solución a sus problemas ...

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LA CURACIÓN DE DIOS DE UNA NIÑA DE 4,5 MESES DE EDAD A SOLICITUD DE SU MADRE

El 25/08/2012 recibimos la siguiente carta: “¡Buenos días! Me dirijo a ustedes para pedir una oración por mi hija Dasha de 4,5 meses. Ella tiene sangre en las heces y el tratamiento no ha ayudado. Pido una oración por su curación. Gracias de antemano. Mis agradecimientos, Olga S., Rusia, Zhukovka”. Nosotros le enviamos una respuesta así: “¡La Paz sea con usted, Olga! Su solicitud ha sido transmitida a la Iglesia de Kovel. Buscando la ayuda de Dios, usted se convierte en necesitada. Nosotros oramos por todos los necesitados en la ayuda de Dios, que imploran a Dios para que Él escuche sus peticiones. Por lo tanto, si usted tiene la fe, entonces únase a las oraciones dominicales de nuestra iglesia. Ore muchas veces, especialmente entre las 14 y 16 horas* y pida al Señor Dios, que por Su misericordia, perdone todos sus pecados conscientes y involuntarios, y le ayude a usted en su necesidad con respecto a su hija Dasha...

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EL TESTIMONIO DE NINA

Esto ocurrió en julio de 1966. Un día de julio, fui al bosque para recoger arándanos. Cuando entré en la profundidad del bosque, oí hablar a alguien en voz alta, pero no se veía a nadie. Un poco más lejos, vi unas moras muy hermosas. Me las comí, y entonces me sentí muy mal, tan mal que se me entumeció el cuerpo entero. Yo me asusté mucho y me fui a casa. En casa conté todo, mi familia me aconsejó dirigirme a la feldsher. Después del examen, ella me dijo que yo estaba perfectamente sana. Al regresar a casa, me sentí aún peor. No podía dormir, algo no me dejaba respirar, me atormentaba tanto dentro de mí, que no sabía a dónde ir. Empecé a ir a ver acuranderos...

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